Los problemas de salud visual, no afectaban únicamente a personas de 40 años, sino que ya los jovenes entre 20 y 30 años comenzaban a quejarse de ojos irritados y con sequedad, y de los temibles dolores de cabeza. La realidad era que (al igual que en la actualidad), las personas pasaban muchísimo tiempo delante de la pantalla. Nuestros ojos tienen que esforzarse mucho para concentrarse durante horas, horas en las que forzamos la visión de cerca. Había que encontrar la forma de relajarlos, para evitar las consecuencias que este sobreesfuerzo podía producir.
El ojo tiene que enfrentarse a luces como las LED de las pantallas, cuya intensidad (en proporción) es comparable a la luz del sol. Esta luz actúa como un estímulo muy fuerte para el ojo, que tras horas expuesto a este, acaba por fatigarse.
El prototipo presentado al Dr. Anschel tenía un tono amarillo. Este hecho no era fortuito, pues este mismo color permite una visión más clara de forma natural. El color amarillo aumentaba el contraste y filtraba la luz azul de las pantallas. Además, las lentes integraban un ligero aumento, para que el ojo se relajara más facilmente. Los refjlejos se eliminaban, provocando un aumento de la comodidad a la hora de fijar la vista en una pantalla. La curvatura de la lente también permite favorecer el nivel de humedad del ojo, reduciendo de esta manera la sequedad y la irritación.
Son muchas las personalidades que ya confían en Gunnar: 50Cent, Peter Thiel y Monster Inc.
Pero no solo contamos con el apollo de estas personalidades. Algunos de los distribuidores más imortantes, ya tienen las Gunnar en su catálogo: Amazon, Gamestop y Staples.
Por último, empresas tan señaladas como Facebook, Google, Microsoft y Zappos, ya confían en Gunnar para cuidar de la salud de sus empleados, para quienes nuestras gafas forman parte de su rutina profesional.